Partió de Ushuaia el 14 de febrero del presente año para recorrer 29.000 kilómetros hasta llegar a su meta final en Alaska el 2021, un complejo desafío que requiere de mucho esfuerzo físico y mental, pero como el mismo señala …”si se hace por amor y con voluntad nada es imposible…”.
De nacionalidad Etíope, Mulget de 35 años de edad, nació en la pobreza material, su madre falleció cuando era pequeño y así fue forjando su espíritu hasta convertirse en un hombre extraordinario. Hoy educado en el área de la cinematografía, vive en Finlandia con su esposa y su hijo de 4 años quienes dan todo el apoyo a su acusa, correr tras un sueño.
Movido por el amor, y con el objeto de sensibilizar a los que toman las decisiones gubernamentales, tres son sus causas, como el mismo lo explicara en una conversación amena y transparente con el estudiantado del nuestro colegio Scole Creare; Honrar a las Madres porque ellas son las primeras que sufren cuando a sus hijos les sucede algo malo como como producto del éxodo y las guerras, por eso su segunda causa detener los éxodos masivos que causan desarraigo y pobreza y tercero, procurar la paz mundial. Su manera, correr y correr, entre 40 y 80 kilómetro diarios, sin auspiciadores, sin aceptar dinero a cambio, solo el apoyo desinteresado en alimentación y alojamiento y sobre todo la posibilidad de contar su experiencia de vida especialmente a niños y jóvenes, instándolos en todo momento a desear y cumplir sus propios sueños, superando la indiferencia y la modorra y evitando los males sociales como las drogas, el cigarro y el alcohol.
A razón de 40 a 80 kilometros diarios, todas las calorías que Mulget queme en su travesía serán donadas para alimentar a niños de su país a través de la agencia Burn to Give (dona tus calorías), a su vez la agencia Make a Wish (cumple tu sueño) por cada cantidad de kilómetros que él recorra hará posible el sueño de un niño con una enfermedad de alto riesgo.
En una fría mañana de mayo, nuestros niños, niñas y jóvenes así como el cuerpo de profesores y asistentes de la educación tuvieron el honor de haber compartido toda la calidez que Mulget Amaru irradia con su sincera y franca conversación.